OLA DE CRÍMENES AGRAVA SALUD MENTAL DE PERUANOS
* Trastornos de ansiedad, estrés y
depresión afectan a personas que han perdido a familiares y, a la vez, a
ciudadanos temen ser las próximas víctimas.
La creciente ola de inseguridad y criminalidad en el país está impactando gravemente en la salud mental de los peruanos, pues psicólogos y psiquiatras observan en sus consultas trastornos de ansiedad, estrés y depresión en personas que han perdido a sus familiares y amigos en estos eventos de extrema violencia y, a la vez, en ciudadanos que temen ser las próximas víctimas.
De acuerdo con datos oficiales
del Ministerio de Salud (Minsa), entregados a Perú21, durante 2024 (reporte
preliminar) los centros de salud mental comunitarios brindaron 1’837,220
atenciones en salud mental —1’035,993 a mujeres y 801,227 a varones—, un incremento
frente al 2023.
Del total de atenciones, 446,691
fueron por trastornos neuróticos, trastornos relacionados con el estrés y
trastornos somatomorfos; es decir, ansiedad. Los trastornos emocionales y del
comportamiento habituales en la niñez y adolescencia (278,747) fueron los
segundos más recurrentes; mientras que los trastornos del humor (259,779), los
terceros en importancia.
OLA DE INSEGURIDAD Y SICARIATO
Según la literatura médica,
subraya Carlos Bromley, psiquiatra de la Dirección de Salud Mental del Minsa,
los determinantes sociales, como inseguridad ciudadana, pobreza, carencia de
servicios básicos y desempleo, inciden en el incremento de los problemas de
salud mental.
“No hay un conjunto de estudios
que digan de manera técnica, pero sí se ha observado que la inseguridad
ciudadana ha cambiado el estilo de vida de las personas. Caminamos por las
calles con temor, angustia de que nos asalten, roben e inclusive que nos hagan
daño a nosotros o algún familiar. Hemos cambiado rutinas; por ejemplo, hemos
dejado de ir a espectáculos públicos, a pasear con libertad a los parques; los
empresarios, emprendedores están muy preocupados porque están siendo
extorsionados ellos y sus familias; (las personas) están pensando ‘si todavía
no me ha tocado, cuándo me tocará’. Entonces, sí, esto genera ansiedad, estrés,
depresión”, explicó Bromley.
Dichos problemas, dijo el
psiquiatra, podrían agravarse si la persona es víctima directa de un evento
fatal, por ejemplo, perder a un integrante de su familia por un hecho de
sicariato o si sufre del secuestro de su ser querido. “La persona va a sufrir mucho
dolor emocional, la pérdida, el duelo es un tema delicado”, afirmó.
A su vez, el psicoterapeuta y
columnista de Perú21, Gonzalo Elías, manifestó que vivir en un país con niveles
alarmantes de inseguridad ciudadana no solo es un riesgo para nuestra
integridad física, sino para la salud mental “porque el miedo, el temor, nos
trastorna, nos afecta”. “Tantos jóvenes que se quieren ir del país, no solo por
falta de oportunidades, sino porque están hartos de vivir en el miedo, de salir
a la calle y sentirse inseguros; las mujeres viven traumadas, preocupadas,
angustiadas de que si salen las pueden asaltar, robar, matar, incendiar vivas o
tirarles granadas a los buses en los que viajan”, detalló.
OJO CON LA PSICOPATÍA
En medio de este desborde de
criminalidad, en el Perú cada día se visibiliza más el problema de la
psicopatía, en la que personas matan con extrema crueldad sin remordimiento
alguno, por ejemplo, feminicidas y sicarios, alertó Bromley.
Elías explicó que “los problemas
de salud mental también generan problemas de inseguridad ciudadana y de
psicopatía. Por ejemplo, cuando vamos a las cárceles, uno encuentra gente
dañada en su salud mental y parte de ese daño es la psicopatía… La cárcel, lamentablemente,
lejos de sanar a la gente o reinsertarla, la enferma más y después la
psicopatía crece. Es un círculo vicioso tremendo”, enfatizó. (Perú 21/ Cris
Vílchez)
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