VALLE DE LURÍN: LOS CLAVES DEL CAMBIO DE ZONIFICACIÓN QUE PUEDE ACABAR CON EL ÚLTIMO PULMÓN VERDE DE LIMA
· * La aprobación del RIZ decidido por la
Municipalidad de Lima amenaza a miles de hectáreas de campos agrícolas y a
zonas arqueológicas intangibles e históricas.
Cargados de documentos y mapas y
acompañados de sus equipos técnicos, los ministros de Vivienda, Ambiente y
Cultura comenzaron a exponer sus argumentos de por qué el cambio de
zonificación para el valle de Lurín aprobado por la Municipalidad de Lima era
lo más parecido a un despropósito.
No hubo tregua alguna. Los tres
funcionarios de Estado dejaron en claro, frente a un impávido alcalde Jorge
Muñoz, que no permitirían que cerca de 1,700 hectáreas que hoy se usan para
actividades agrícolas, recreacionales y esparcimiento pasen a tener usos
comerciales y residenciales (incluido el litoral). Su posición resultaba la
misma de decenas de organizaciones ambientalistas y ciudadanas que han mostrado
su rechazo total a la propuesta.
La reunión en el santuario fue
concebida con el propósito de que las propias autoridades observen in situ el
impacto que tendría los cambios de zonificación, los cuales están detallados en
el ya famoso Reajuste Integral de Zonificación (RIZ) de Lurín.
No había tiempo que perder. La
reunión había sido programada con la urgencia debida ya que el documento fue
aprobado –entre gallos y medianoche– por la Municipalidad de Lima.
Aquel martes el valle verde lució
con todo su esplendor. La vista impresionante hacia el mar, con las islas de
Pachacamac al fondo, no hicieron sino gritarles a las autoridades que paisaje
de cemento y comercio era inviable.
Al término de la tensa cita, el
alcalde Jorge Muñoz dijo que continuarían dialogando con los ministerios hasta
llegar a un acuerdo. Por lo pronto el RIZ aprobado no sería publicado.
¿DEFENSORES O ATACANTES?
Pero sería el 11 de marzo pasado cuando la pesadilla se volvería real. Aquel día el Concejo Metropolitano de Lima votó a favor de la aprobación del RIZ de Lurín, el cual fue preparado por el Instituto Metropolitano de Planificación (IMP). Fueron 22 los regidores (la mayoría de Acción Popular) que votaron a favor de esta medida en una sesión donde apenas el tema se “debatió” por unos minutos. El propio alcalde Muñoz no estuvo presente y la sesión quedó a cargo del teniente alcalde, el arquitecto Miguel Romero Sotelo.
Tras la aprobación de esta
medida, solo quedaría su publicación; sin embargo, de inmediato diversas
instituciones alzaron su voz. ¿Las razones? El RIZ se aprobó sin escuchar las
recomendaciones de las entidades especializadas.
Por ejemplo, Vivienda había sido
claro en señalar que “en la (nueva) zonificación se podrían estar afectando, en
mayor o menor medida, las condiciones ambientales, ecológicas y paisajísticas
del valle de Lurín y del Santuario de Pachacamac, con los consecuentes efectos
de peligro, vulnerabilidad y riesgo en la zona”. Por otro lado, el Centro
Nacional de Estimación, Prevención y Reducción de Riesgo de Desastres
(Cenepred) había recalcado que se “cambiaría las condiciones actuales,
incrementando de forma considerable la vulnerabilidad de la zona adyacente al
litoral, frente al impacto de un sismo y consecuente tsunami”.
Los residentes de Lurín, por su
parte, nunca dejaron de deslizar que intereses inmobiliarios estarían detrás de
la propuesta.
REACCIONES
Sin embargo, el RIZ nunca recogió
estas recomendaciones. Luego de su aprobación otras instituciones como la
Defensoría del Pueblo, el Colegio de Arquitectos Regional Lima, el Obispado de
Lima Sur, la PUCP se unieron a los ministerios de Vivienda, Cultura y Ambiente
para exigir que la decisión sea revertida. Pocas veces una orden municipal
lograba un rechazo tan frontal.
A los argumentos ya dados se sumó
otro: que la MML debió trabajar este estudio bajo los lineamientos del plan
Metropolitano de Desarrollo Urbano 2021-2040 (Planmet) y no hacerlo por
separado.
Para colmo de males, Sedapal
también se pronunció para señalar que ellos nunca pidieron el cambio de
zonificación del valle, dejando así mal parados a los regidores que dieron su
voto argumentando que esta era la única forma para que los pobladores puedan
acceder al agua potable.
Por lo pronto un grupo de
regidores ha presentado una reconsideración de la decisión. Se busca que la
propuesta vuelva a comisiones.
Y en un acto sorpresivo, el
alcalde Jorge Muñoz informó el jueves que ha propuesto suspender los efectos de
la ordenanza aprobada.
El miércoles 31 el Concejo
Metropolitano de Lima evaluará dicha postura. Toda Lima estará atenta. El valle
se defiende.
VOCES CONTRA EL RIZ
-“El paisaje es un recurso
económico también. El desarrollo de recursos económicos no pasa solo por
construir edificios”. ( Jean Pierre Crusse, arquitecto y urbanista.)
-“Es imposible imaginarse a Machu
Pichu sin su contexto urbano. Imagínense construir edificios en sus laderas (…)
Asumo una semejanza entre Pachacamac y Machu Picchu”. (Manuel Zubiate,
arquitecto)
-“El valle de Lurín regula el
clima de Lima Sur, la calidad del aire, el flujo del agua del valle mismo, agua
del cual se abastecen las viviendas. Eso se va a perder, el cambio es
irreversible”. (Anna Zucchetti, Bióloga, especialista en Desarrollo Sostenible)
-“A mí me ha conmocionado. Se nos
transforma nuestro proyecto de vida. Yo aquí me quería jubilar, feliz. Todo
esto es trastocado por un sector inmobiliario”. (Liliana Miranda, Arq.,
urbanista, y residente de Lurín). (PERÚ 21/Pablo Vilcachagua)
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