CAÑETE: URGE RECUPERACIÓN Y MODERNA IMPLEMENTACIÓN DE BIBLIOTECA
Y AUDITORIO MUNICIPAL A 32 AÑOS DE SU CONSTRUCCIÓN
* Obra fue ejecutada por gobierno municipal período 1990-1992
presidido por el exalcalde Ing. Carlos Sertzen Seminario e inaugurada por
expresidente de la República Arq. Fernando Belaunde Terry.
Como pasan los años, y hoy 26 de septiembre, los cañetanos debemos recordar que hace 32 años, se inauguró la Moderna Infraestructura de la Biblioteca “Hipólito Unanue” y el Auditorio “Teresa de Jesús Garro Muñante” de la Municipalidad Provincial de Cañete, acto especial que contó con la presencia del expresidente de la República Arq. Fernando Belaunde Terry, dentro de un ambiente regocijo popular, incluso escepticismo de algunos.
En un espacio de 630 m2 dispuesto en la Urb. Los Libertadores
de San Vicente (al lado de la Plaza Bernardo O´higgins) se levanta tan
importante obra, que llegó para convertirse en el “Centro de la Cultura y el
Saber”, pero que lamentablemente no ha cumplido, en su totalidad, los fines
para lo cual fue concebida y ejecutada.
HISTORIA
Aunque en principio no tuvo un local adecuado, la BIBLIOTECA
MUNICIPAL, como institución fue creada por Acuerdo de Concejo de fecha 29 de
diciembre de 1954, ello en virtud a la Ley No. 4506 del año 1922 y por una
moción de pedido que hiciera el entonces concejal Juan Emilio Oré Bravo, el 6
de octubre de 1954. Juan Emilio Oré, fue quien propuso que la biblioteca
llevara el nombre del ilustre médico peruano HIPÓLITO UNANUE, cuyos últimos
años de su vida, los pasó en retiro, en la hacienda Arona.
A partir de su creación, la biblioteca municipal funcionó en
diversos espacios. Uno de los lugares donde permaneció mayor tiempo, fue en un
ambiente de cierta amplitud, pero sin las condiciones adecuadas, en la esquina
de los actuales girones O'Higgins y Bolognesi. Producto de los sismos que
azotaron Cañete en las décadas de los años 60 y 70 y que deterioraron
fuertemente este local que no era propiedad municipal, la biblioteca tuvo que
abandonar este lugar e instalarse de emergencia y en condiciones casi de
hacinamiento, en el primer piso del local principal del palacio municipal, en
las áreas donde actualmente funciona el Registro Civil. A partir del año 1992,
durante el gobierno municipal de Carlos Sertzen Seminario, la Biblioteca
Municipal tuvo su ambiente definitivo y propio en la Urbanización Los
Libertadores, local que en la actualidad y desde las últimas gestiones
municipales, ha sido prácticamente "invadido" por otras áreas de la
Municipalidad, dejando a la biblioteca en situación casi de "inquilino
precario".
EXALCALDE CARLOS SERTZEN SEMINARIO Y REGIDORES FORJARON LA
OBRA
Fue durante la gestión municipal provincial del período
1990-1992 que lideró el entonces alcalde Ing. Carlos Javier Sertzen Seminario
que se inició y culminó su construcción, en virtud a una coherente y necesaria
decisión política, secundada por los regidores: Oscar Jáuregui Vargas, Rolando
Granda Peralta, Toribio Morales Lamilla, Jorge Luis Subauste Flores, Pedro
Chávez Toledo, Guillermo León León, Lorenzo Sánchez Guerrero, Hugo Murga
Castillo, Oscar Cayahuallpa Espinoza, Marianela Flores Oré, Raúl Santamaría
Huertas, Roberto Fujii Nagashima, Eduardo Menéndez Falcón, Olmedo Vicente
Rivera, Rina Ajalcriña Alache, Elsa Dolorier Muchotrigo, Luciano Correa
Pereyra, Hernán Florián Pachas y Guillermo Tipiana Aronez.
Eran tiempos en que los gobiernos locales contaban con poco
presupuesto y se hacía necesaria una adecuada administración de los recursos
públicos. En ello resalta la ejecución de tan importante proyecto, que fue
viabilizado gracias a los recursos del FINVER-C, con una inversión de S/.
244,603.54, tanto por administración directa como por contrata.
La obra fue concebida e inició su servicio contando con
diversos ambientes: Sala de lectura” San Martín”, Sala de exposiciones
“Huarco”, Sala de lectura especializada, además de ambientes para lectura
informal, archivo histórico, administrativo, planoteca y hemeroteca, con
capacidad para 160 lectores, contando en ese momento con 11 mil volúmenes en
existencia.
Además de un Auditorio denominado “Teresa de Jesús Garro
Muñante”, como justo reconocimiento a la destacada docente cañetana que desde
1926, laboró en forma ininterrumpida en el C.E. 451 (ahora 20874) hasta el mes
de junio del año 1960, año en que se jubiló, después de haber prestado sus
servicios a la nación por 42 años.
Dicho espacio, contaba con capacidad instalada con 220 personas sentadas y acondicionada con equipo de sonido propio e iluminación.
VULNERAN LOS FINES DE SU CONSTRUCCIÓN
Han sido diversos gobiernos ediles, que continuaron a la
gestión del Ing. Carlos Sertzen Seminario, que bajo el “pretexto” de la
carencia de espacios municipales para el funcionamiento de los servicios
diversos que ofrecen a la comunidad, viene mal utilizando sus espacios,
principalmente de la Biblioteca, convirtiendo los ambientes que deben estar al
servicio de la cultura y el estudio, en zonas de atención de diversas gerencias
como Procuraduría y Servicios Públicos.
El sismo del 15 de agosto del 2007, si bien afectó ambientes
ediles, llegó a consolidar la “necesidad”, ante carencia de infraestructura, en
seguir mal utilizando los espacios al desarrollo de labores ajenas, a las que
fueron el sustento de ejecutar tan importante obra considerada como uno de las
mejores en favor del arte y la cultura cañetana; y centro del saber que
beneficie principalmente a los niños y jóvenes, prospecto de profesionales del
futuro.
RECUPERAR LA BIBLIOTECA MUNICIPAL…¡NECESIDAD URGENTE”
Lo han expresado públicamente diversas personalidades y
representantes de grupos culturales y profesionales. Basta de oficinas
administrativas en la Biblioteca y que vuelva a recuperarse su prestancia con
la debida implementación del caso, por ejemplo con la disposición de estos
ambientes para salas de exposiciones y lectura diversas, biblioteca virtual,
entre otros.
Todo ello, necesariamente debe partir de una decisión
política de la actual gestión del llamado Tony Alcántara como alcalde y sus
regidores, que si aman a esta tierra, deberían emular la decisión de la gestión
1990-1992, dando el fin para la cual fue concebida la obra.
Hoy cuentan con espacios abandonados que podrían ser construidos para más oficinas u otros servicios en la lúgubre exgalería San Agustín, donde pueden trasladarse quienes utilizan los ambientes ocupados e iniciar un trabajo de renovación total de la Biblioteca y Auditorio. Todo es posible pero la decisión está en manos de los nuevos inquilinos ediles. (ELARQUIM)
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