¡A CHICOTAZOS! RONDAS CAMPESINAS CASTIGAN A REGIDOR MUNICIPAL EN CAJAMARCA
* Fue sometido a ejercicios
forzados y latigazos por ronderos, quienes lo acusaron de mentir al intentar
encubrir la ausencia del alcalde de José Gálvez durante una visita de la
Contraloría.
El regidor municipal del distrito de José Gálvez, provincia de Celendín (Cajamarca), Avellino Soria, fue sometido a ejercicios forzados y chicotazos por las rondas campesinas, quienes lo acusaron de mentir al intentar encubrir la ausencia del alcalde.
Los hechos ocurrieron cuando una
comitiva de la Contraloría de la República y el congresista Hamlet Echevarría
llegó al municipio en busca de respuestas sobre presuntas irregularidades en un
proyecto local.
Se trata de la obra de la Bicapa,
que alguna vez fue presentada como un proyecto clave para mejorar la
transitabilidad y calidad de vida en los distritos de José Gálvez, Sucre y
Jorge Chávez, pero ahora se ha convertido en un símbolo de corrupción e
incapacidad por estar paralizada indefinidamente, presentando apenas el 27% de
avance.
El alcalde de José Gálvez, Tony
Mariñas, señalado por los vecinos como el principal responsable del desastre
administrativo, no asistió a la reunión, dejando aún más dudas sobre su
compromiso con sus propios vecinos.
Según las rondas campesinas, el
regidor Avelino Soria aseguró a la delegación que estaba encargado de la
alcaldía, pero no contaba con documentación que respaldara su afirmación. Este
hecho generó descontento, especialmente al tratarse de una visita que buscaba
investigar problemas relacionados con el proyecto de la Bicapa, una obra
destinada a beneficiar a los distritos de Sucre, José Gálvez y Jorge Chávez.
La sanción impuesta por las
rondas campesinas fue considerada un acto simbólico de justicia comunitaria,
resaltando su compromiso con la transparencia y el cumplimiento de la ley. Sin
embargo, también reaviva el debate sobre los límites de las sanciones tradicionales
frente al sistema judicial formal. "Va a seguir mintiendo a su
pueblo?", pregunta una de las ronderas. "¡Ya no!", responde el
regidor, seguido de un chicotazo. "Esto es para que aprenda a asumir como
hombre. Esto es lo que le va a pasar a todos los mentirosos que piensasn
encubrir a su alcalde", dijo otra rondera.
Este caso refleja la creciente
demanda de rendición de cuentas en las autoridades locales y la fuerza de las
rondas campesinas como actores de control social en las zonas rurales. (Perú
21/ Pierre Jeanneau)
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